Seguramente no sea un material que nos suene a todos, no es de los primeros que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en metales o cuando pensamos en joyería, bisutería o adornos. Sin embargo, estamos mucho más expuestos al peltre de lo que nos pensamos y no es una moda usar el peltre para la fabricación de estas piezas o por lo menos no es una moda reciente. Está en nuestro día a día desde hace más de mil años, de hecho la primera fotografía de la historia fue tomada a una plancha de peltre, de 20 cm x 25 cm, el fotógrafo tardó 8 horas en sacar la histórica foto en 1826.
Aunque este material ya era usado incluso antes de Cristo, no fue hasta la edad media cuando empezó a popularizarse. En este momento la familias pudientes de la Europa Medieval empezaron a sustituir sus vajillas de madera por vajillas de peltre y en ocasiones por vajillas de plata, aunque estas mucho más costosas que las anteriores. Es también en esta época, con el cristianismo difundido por todo el viejo continente y con gran cantidad de iglesias en construcción, que se empieza a usar como metal decorativo, sustituyendo a la plata en las iglesias con menos recursos que las grandes catedrales.
Desde los años del medievo europeo se ha considerado al peltre un fiel sustituto de la plata, ya que es fácil de dar forma, es muy duradero y su brillo es similar al de la plata, por eso es muy normal encontrarlo en el mundo de la bisutería, hoy en día es uno de los materiales más usados y de fácil obtención. En peltre es uno de los materiales que más usamos y de ahí viene nuestro nombre pero no es ni el único y probablemente tampoco sea el más representativo ya que en nuestro catálogo podemos encontrar piezas de zamak, plata y cuero de primera calidad.
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